Desde
bastantes días atrás del concierto, todos o casi todos, los que fuimos a la
Sala Cats nos imaginábamos que eso iba a ser una masacre de Groove metal tribal
y que nadie podría salir indiferente de allí, pero resultó que Vita Imana
superó todas las barreras imaginables la noche del 17 de Noviembre. La apertura
de puertas fue a las 20:00 horas, de manera progresiva la gente iba llegando
hasta la hora de la verdad, a las 21:30 horas el lugar estaba prácticamente
lleno para dar el recibimiento al grupo. Los madrileños iban a tocar al
completo su último disco “Uluh” para finalizar la gira del 2012.
Javier Cardoso con el público.
Foto: Unlimited Rock Magazine
A
continuación dieron un repaso bastante extenso de temas de su anterior disco,
“En otro lugar”. Los temas fueron “Nada por ti”, “Oculto”, con “Gondwana” la
locura explotaba en la sala, “Cuando despierta”, “Taikos I”, “Nunca”, “Sistema
nervioso”, “Parásito”, “El Edén” y con “Paranoia” se cerraba la primera parte
del concierto dejando el listón jodidamente alto. La cara de emoción del
vocalista, Javier Cardoso, era inevitable en él y estuvo en contacto de manera
constante con el público, chocando manos y puños, abrazos, miradas de
complicidad, pasando el micro, etc. Los guitarristas, Román García y Puppy, y
el bajista Pepe Blanco, parecían estar en una nube de felicidad. La
percusionista Míriam Baz y el batería Daniel García, golpearon los parches a
placer de todos. Agradecieron sin parar el apoyo del público y Javier dedicó
unas palabritas a la iglesia y a los explotadores.
Puppy durante el concierto.
Foto: Unlimited Rock Magazine
El
segundo bloque del concierto recuperaba los temas de “Uluh” y volvía el grupo
de una manera salvaje con las colaboraciones de Molly y Luis Tárraga de Hamlet
en “Romper con todo”. Todos los allí presentes, y primero el propio Molly, nos
quedamos alucinados de la que habían liado en un momento. Antes de llegar a la
recta final, las protagonistas fueron las guitarras acústicas en “Origen” y en
“11032011 (Taikos II)” acompañando a la batucada. Unos minutos bastante
intensos antes de dar paso a los últimos disparos.
Las
últimas ráfagas de metralla fueron “Quizás no sea nadie”, “Cráneo” y “Un nuevo
sol”, personalmente, esta última canción la mejor de toda la noche y de su
repertorio. Después de la última parada del grupo, la última bomba en explotar
sería la canción que lleva por nombre el título del último disco, “Uluh”. Un
temazo que será muy difícil volver a disfrutarlo en directo por su larga
duración.
Javier Cardoso.
Foto: Unlimited Rock Magazine
Vita
Imana terminaron después de una hora y tres cuartos de una actuación de metal
que será inolvidable, donde apenas existieron errores y simplemente los elogios
para ellos son los protagonistas. Hay que destacar sin lugar a dudas que con la
actitud y calidad de esta gente podemos tener por seguro que la música no está
muerta y que en la Península hay una escena muy buena.
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