Una semana después del
concierto es aún bastante difícil asimilar la actuación sobresaliente que
dieron en Madrid los australianos The Cat Empire. La banda se fundó en el año
1999 y hasta el pasado 16 de julio de 2014 no pisaron Madrid para actuar. Demasiados
años esperando, si, pero consiguieron que el público madrileño dejase de pensar
en ello, ahora quiere que vuelvan estos músicos lo antes posible.
Con el cartel de entradas
agotadas, la expectación para ver a The Cat Empire en Madrid era máxima. La
tarde era muy calurosa y el público quería bailar y beber sin parar. Poco a
poco se iban acercando personas de lo más variadas a los alrededores de la sala,
también se acercaron muchos turistas extranjeros. Se respiraba un ambiente muy
bueno, algo grande iba a pasar.
Nada más entrar se podía
comprobar que la sala ya estaba a reventar de público, con la parte baja
totalmente llena y mucha gente en la segunda planta. El concierto empezaba con
energía y alegría por parte de todas las partes, la banda recordaba que era su
primera vez en Madrid. El
público se sabía todas las canciones. Los temas caían uno detrás de otro y sin
parar, “Still Young”, “Prophets in the Sky”, “Wild Animals”, “Like a Drum”,
“Steal the Light”, “Sly”, “In My Pocket”, “Two Shoes”, “The Wine Song”, “All
Night Loud”… Todos los cuerpos allí presentes se movían a ritmo de
ska, jazz, reggae, rock, ritmos latinos, etc. Nunca sudar tanto había sido tan
agradable.
Toda la banda estuvo
espectacular, Ollie McGill magistral a los teclados, Ryan Monro moviendo los
dedos en el contrabajo, Felix Riebl derrochando carisma a las voces y a la
percusión, Harry James Angus conquistando al público con su trompeta y su voz,
Will Hull-Brown golpeaba los parches de la batería y Dj Jumps dando el toque
electrónico a la noche. Aquello no paraba, estábamos en una nube de
satisfacción, público y músicos.
Se iba acercando el final,
pero iba a ser un fin de concierto largo con dos bises. Con un público que no
quería que aquello finalizara The Cat Empire interpretó “Brighter Than Gold” y
“The Chariot” y en el segundo bis “Hello” y la noche terminaba con “The
Rhythm”. Pocas veces un concierto de dos horas se pasó tan rápido.
Simplemente un concierto
para jamás olvidarlo, los músicos totalmente entregados y agradecidos, un
público de matrícula sin parar de bailar, saltar y sudar. El sonido de la sala
estuvo a la altura con creces. Imaginamos que después de esto The Cat Empire no
tardarán en volver por nuestro país. Para que os hagáis una idea más clara de
la noche, el concierto fue como echar el polvo de tu vida y que ambas partes
saben que hay que repetir uno igual o mejor y que no sea demasiado tarde.
La descripción final deja muy claro lo que vivimos, grandes.
ResponderEliminarYo, aún sigo bailando.
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