Esta velada de stoner
arrancó con los Craneón, un trío de
buenos músicos que se desenvolvieron satisfactoriamente en el escenario, no sin
un par de deslices, tanto en el sonido como en la puesta en escena. Respecto a
lo primero, la voz estaba demasiado alta, sobre todo para un grupo en el que,
en mi opinión, supera, y con mucho, la composición instrumental a la vocal,
siendo ésta última un elemento que debería de haber decorado a aquélla en vez
de al contrario, como sucedió; respecto a la puesta en escena, solo me cabe
escribir una palabra acerca del bajista (con una ejecución mediocre y una
capacidad nula para el movimiento) y del guitarrista-vocalista (privado de
carisma en lo que al trato al público se refiere): aburrimiento. Ahora bien, el
baterista estuvo increíble, y fue lo que mantuvo a flote el directo de una
banda que, por lo demás, fue entretenida.
Los siguientes en irrumpir en escena fueron Forced Rejection, un grupo que lleva una racha de actuaciones en eventos de alto nivel, tocando con grupos de la talla de Masterplan, Nightstalker o Horn Of The Rhino. Y esperemos que esto siga así, pues esta situación, en la que el reconocimiento del grupo comienza a despuntar, es fácilmente explicable por las composiciones envolventemente contundentes y el aplastante directo que les caracterizan. Interpretaron los temas de la demo Made Of Pride que sacaron hace algo más de un año y también nos mostraron las canciones que darán vida a su inminente EP, de las cuales solo cabe decir que tienen el estilo compacto, personal y maduro que cabe esperar de una banda de southern/stoner/groove (realmente no se puede prescindir de ninguna de estas etiquetas si se quiere ser fiel en su clasificación musical) como esta. Por otra parte, me llamó gratamente la atención la novedad que introdujeron para esa noche, que fue la de poner un micro al guitarrista Ody para que secundase con su grave voz la línea vocal de Cantero en un par de momentos de “Beyond This Path”. Me rentó.
Por último subieron a las
tablas los holandeses ¡Pendejo!, de
los cuales yo no había tenido la ocasión de escuchar nada hasta entonces, pero
no defraudaron. El cantante, de voz potente y vacilona, iba con una cogorza
interesante (ya en el primer tema aferraba una botella de Drambuie como si le
fuera la vida en ello); más tarde, durante un solo de efectos que realizaban
los guitarras, paseó por el escenario y su periferia un botafumeiro de cuyo
aderezo se podría cabalmente sospechar. Además tocaba la trompeta. Un tipo lo
que se dice entretenido. El resto de los miembros de la banda cumplió su
función ejecutiva al pie de la letra, mientras se movían como poseídos (sobre
todo el baterista, cuyos amplios aspavientos y mociones le hacían a uno
sumergirse irremediablemente en el ritmo que desprendía). Unos cabezas de
cartel con mayúsculas.
Fotos: Juan Morillas
Álbum del concierto y más fotos en: https://www.flickr.com/photos/mory_art/
Texto: Rafael
Aritmendi López
Fotos: Juan Morillas
Álbum del concierto y más fotos en: https://www.flickr.com/photos/mory_art/
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