Hellfest es un festival de
música Heavy Metal que se celebra en la comuna de Clisson, en el departamento
de Loire-Atlantique, a veinticinco minutos en coche del aeropuerto de
Nantes-Atlantique, en Bouguenais. Como de costumbre el festival
Hellfest de este año 2018, como de costumbre, fue una pasada y dejó con muy
buen sabor de boca a todos los que asistimos para disfrutar del mismo. Aunque
ahora pasaré a detallar, podemos destacar la buena organización, un cartel
equilibrado, unos servicios y una atención excelente, y un buen acomodamiento
en la zona de acampada. Con respecto a la
meteorología, hizo sol, que sobre todo en las horas de mayor luz, pegaba
fuerte, por lo que haber llevado crema solar, no fue mala idea.
Jueves
21 de junio de 2018
Llegamos el jueves por la
tarde, pedimos la acreditación de prensa para poder acceder al festival. En la
cola estábamos mezclados la prensa con gente vip, pues si bien compartimos el
mismo espacio dentro del festival. No hubo ningún problema, muy buena atención
por parte del equipo de atención al cliente, nos indicó todo el funcionamiento,
y tenían dentro de una base de datos toda la información requerida de nosotros.
Tras ello, fuimos a instalar las tiendas de campaña. Como remarque, este año
fue verdaderamente complicado encontrar sitio. Al menos unas mil quinientas
personas nos dimos cita en el festival. Después, hicimos un reconocimiento del
terreno.
Justo a la entrada, había dos
puertas, la primera la derecha estaba la puerta de entrada vip y de prensa, y
de frente la entrada al festival. Delante de la entrada a la sala de prensa
estaba la ventana para la recogida de las acreditaciones. Una vez dentro de la
sala de prensa, había un jardín, con sombrillas, mesas y sillas, muy bien
cuidado. A la izquierda, estaba, un edificio destinado al trabajo de los
periodistas que asistimos al festival, con ordenadores para trabajar, y una
sala de prensa, donde las bandas daban las ruedas de prensa. En el medio de este espacio,
han instalado una piscina que con el calor que hacía, a veces daba ganar de
sumergirse.
A continuación, encontramos a
la derecha una rampa que lleva a una fuente de ángeles caídos, con agua tintada
de rojo, en simulación de sangre, que funciona de antesala al aire libre de una
zona techada, destinada al bar donde se pueden pedir todo tipo de bebidas y una
pantalla desde la que poder seguir los conciertos. A la izquierda del mismo,
justo detrás del edificio de prensa y a la izquierda de esta zona techada,
había un puesto de comida y otro de recarga de móviles, a coste de veinte
euros, con reembolso en el momento de recogida, y una zona de aseos, y a
continuación la puerta de acceso a los conciertos. Aprovecho este apartado,
para comentar que este año, han introducido un nuevo método de pago basado en
un código que podemos encontrar en la pulsera, independientemente de ser vip o
entrar como asistente normal al festival. Este sistema funcionaba con un método
de recargo, a la elección de la persona si en líquido o bien por tarjeta, con
pago de un euro para gastos de gestión. Valía para el pago de todo tipo de
consumición, incluidos recuerdos, dentro del recinto del festival. Después de este apunte,
continuo con la descripción, en este espacio, es normal encontrarse con modelos
que posan para los fotógrafos.
Por su parte, la puerta de
acceso normal a los asistentes que cada año se dan cita en el festival, la Iron
Maker, o Metal Gate, que da la bienvenida al festival con múltiples puestos de
comida y bebida con una decoración muy chula. En el centro, está la famosa
estatua del árbol sin hojas con las letras del festival. A la derecha comienza
un largo pasillo que da la entrada a la mítica puerta de entrada, que todos
conocemos bien, al recinto de conciertos. Por su parte, a la izquierda del
mismo, comienza el Metal Corner, que es una zona de restauración, duchas,
primeros auxilios… y todos los servicios del festival, que finaliza con la entrada
a la zona de acampada, que como decíamos al empezar estaba repleta de gente que
se dio cita este año en el festival. Esta zona estuvo permaneció cerrada hasta
la inauguración oficial del festival al día siguiente.
Viernes
22 de junio de 2018
El viernes, una vez nos
levantamos, asistimos a la zona de prensa, a hacer el seguimiento de los conciertos.
El primer concierto al que asistimos presencialmente fue Joan Jett. Antes de
narrar cómo se desarrolló el concierto, voy describir la zona de conciertos que,
hasta ese viernes, no estaba abierta. Voy a describirla desde la sala de
prensa, pues si bien fue el camino que hacíamos cada día. Una vez se salía de
este recinto, a la izquierda encontramos el Valley, y debajo de los mismos el
Temple y el Altar. Según seguimos bajando, nos encontramos la zona VIP +, a la
cual no tuvimos acceso, y llegábamos a los dos escenarios principales.
Este año, han instalado dos
fuentes de agua por el que la gente pasa por debajo para refrescarse, sin duda
una gran idea, como ya mencionábamos al empezar. Detrás empezaba un bosque,
detrás del comenzaba una zona de puestos, la War Zone, con una noria enorme
desde la que poder tener una perspectiva del festival. En este espacio, a dos
alturas, y presidida por una estatua del mítico líder de Mötorhead Lemmy
Kilmister, fallecido hace tres años.
Y ahora sí, damos caña con el
primer concierto, que asistimos presencialmente, el de la leyenda del Rock, Joan Jett, pionera del hard rock y del
punk rock, que ofreció a un espectáculo de excepción en el Main Stage 1 con sus
enérgicos temas de los años 80. Empezó tocando “Victim of Circumstance”,
seguido por “Cherry Bomb”, “Do You Wanna Touch Me (Oh Yeah)”, hizo vibrar al
público con la actuación espectacular de “Bad Reputation”, continúo con “You
Drive Me Wild”, y a continuación “Light of Day”, por consiguiente tocó una
bonita canción que hizo cantar al público francés “The French Song”, que fue
seguida de “Love Is Pain”, “Fetish” y “Fresh Start”, para acabar tocando
grandes temazos de esperar, como “I Love
Rock ‘n’ Roll”, “Crimson & Clover” y a mi juicio la mejor de todas “I Hate Myself
for Loving You”. Sin duda alguna, Joan Jett incendió al público de Hellfest de
una gran actuación, inolvidable.
Tras acabar este concierto,
hice tiempo para coger buen sitio para el concierto de Europe, que tomó el relevo de Joan Jett en el escenario. Es una
banda que llevaba mucho tiempo deseando ver. Joey Tempest, vocalista del grupo, hizo una
puesta en el escenario que nunca olvidaré cantando demostrando sus muchas
tablas en el escenario, al ritmo de “Walk The Earth”, de su nuevo álbum,
homónimo. A continuación, pasaron a hacer sonar su segundo single de este álbum
“The Siege”, y dar a paso a su bien conocido “Rock In The Night”, y aunque no
era bien entrada la noche sí cargamos bien pilas para lo que venía por llegar,
y también “Scream of Anger”. Y desde aquí lo que vino fue una lista de
clásicos: “Last Look At Eden”, “Firebox”, “Sign Of The Times”, “War Of Kings”,
“Hole In My Pocket”, “Superstitious”, y en su siguiente tema, que no podría ser
otro que “Cherokee”, dio un brinco a nivel del público y estuvo chocando manos
de todo el mundo. Su gran actuación que no dejó indiferente a nadie, puso punto
y final con su abrumador “The Final Countdown”. Fue un gran concierto, que dejó
gran sabor de boca sobre su estado musical, muy activos en su puesta en escena.
Tras ellos, pasamos a Hollywood Vampires, la banda más
esperada del festival, liderada por el rey del espectáculo Alice Cooper, Johny
Depp, con una magistral actuación a la guitarra y Joe Perry, guitarrista de Aerosmith.
Su acción se basó fundamentalmente en versionar clásicos que llevaron a la fama
a grandes bandas que como The Who, Led Zeppelin, The Doors, T. Rex, o Jimi
Hendrix, e incluso, Johny Depp se animó al micrófono para cantar “Heroes” de
David Bowie. El concierto puso punto y final con el clásico de Alice Cooper,
"School's Out", que fue mezclado con otro temazo: "Another brick
In The Wall" de Pink Floyd. La zona de conciertos estaba abarrotada.
Finalmente, acabamos la
jornada de conciertos del viernes viendo a Judas
Priest, una de las tres cabezas de cartel del festival, personalmente fue
el mejor concierto a nivel de sonido de todo el festival, con un magnífco
Robert Halford, que como de costumbre hizo maravillas con su voz. Entraron en
escena promocionando su nuevo álbum “Firepower”, seguido “Grinder”, “Sinner”, “The
Ripper”, “Lightning Strike”, su su broche de bronce “Bloodstone”, “Saints in
Hell”, hasta llegar a su atrollador “Turbo Lover”, lleno de fuerza como
siempre, y sin duda la mejor actuación de toda la jornada, y que fue el
preludio para lo que estaba por llegar, todos tiro del repertorio de todos los
clasicazos, empezando con “Tyrant”, “Night Comes Down”, donde Rob tras
esconderse dentro del escenario, reapareció pilotando su moto calentando
motores para su “Freewheel Burning”, seguido por “Guardians”, “Rising From
Ruins”, “You've Got Another Thing Comin'”, “Hell Bent for Leather”, y el
rompedor de guitarras “Painkiller”. Finalmente, la banda acabó con su más que
conocida trilogía “Metal Gods”, “Breaking The Law” y “Living After Midnight”.
No hay palabras para describir su gran actuación, porque fue impecable, y esto
parece que va para largo porque como Halford anunció al final del concierto:
Judas Priest está de vuelta.
Sábado
23 de junio de 2018
El sábado comenzó con otra
jornada también calurosa. Al levantamos leímos que a causa del concierto de
Avenged Sevenfold, se había instalado una plataforma en el escenario principal
1, que fue aprovechada por todas las bandas que actuaron durante la jornada. La
segunda noticia publicada en el sitio web de Hellfest es que iba a producirse
un cambio en el running order de este día, donde Iced Earth iba actuar en lugar
de L7, reservado para el domingo.
Este día fuimos más
madrugadores para poder asistir a una de las dos revelaciones del festival: Eskimo Callboy. La banda venida de
Alemania se hizo con el público desde el primer minuto en escena. Su paso por
Hellfest no pasó desapercibido. Montaron una gran fiesta a los allí llegados
muy divertida, cargada de grandes perlas. Se mostraron muy agradecidos de poder
estar allí, en un festival de gran magnitud como es Hellfest, y así lo
manifestaron. Pogos, música muy eléctrica, y una fiesta a lo más extremo a
primera hora de la mañana, que acabó con su tema “MC Thunder”, en la que hicieron
sentar a todo el público para después levantarlos con una gran fuerza. Una gran
experiencia de esta banda reveladora en el festival.
Tras ello, seguimos los
siguientes conciertos de la jornada en la sala de prensa, cargando fuerzas para
lo que estaba por llegar por la tarde, a ritmo a ritmo de Jonathan David,
vocalista de Korn, con una voz a la que nos tiene poco acostumbrados a
escuchar. Gustó mucho la actuación que hicieron de “Underneath My Skin”, acompañada de violonchelos.
Y Body Count, una banda de gran potencia, que mezcla el Metal, con rasgos del Hip Hop y del rap. Comenzaron con un cambio notable en su habitual setlist, con “Raining Blood”, seguido de “Postmortem”, cover de la banda Slayer. Tras ello, asistimos a la cita con Children of Bodom, la segunda gran revelación para mí en el festival, donde me lo pasé en grande con crouchsurfing por doquier, pogos, fuego y destrucción. En este concierto, que se desarrolló en el techado Altar, no cabía un alfiler, por lo que hicimos bien en llegar con tiempo y coger buen sitio para disfrutarlo.
Finalmente, acabamos esta
jornada disfrutamos con Avenged
Sevenfold, retrasado para rendir homenaje al batería de Pantera, Vinnie
Paul, fallecido por la mañana. Comenzamos mano cornuta en alto para rendir un
minuto a este genio de la batería. Para seguir con un recopilatorio de fotos,
con la música de su tema “Walk” de fondo. Tributo merecido a este batería que
se ha ganado el respeto de fans en los escenarios.
Tras este tiempo comenzó el
concierto de Avenged Sevenfold. Un concierto de una montaña rusa de emociones
en el que hubo espacio para todo: recordar a un amigo y excomponente del grupo
fallecido, solos de guitarra e incluso que un seguidor se hiciera con el
micrófono. Pero vamos a detallarlo mejor. Tras a hacer su puesta en escena con
“The Stage”, arrancaron con grandes actuaciones como “Afterlife”, tocaron “Hail
To The King”, dedicado a Vinnie Paul, y siguieron con otro plato fuerte
“Welcome To The Family”. Siguieron con “God Damn”, y a continuación con “Buried
Alive”, y fue cuando el guitarrista demostró su prodigio con su solo de
guitarra de varios minutos. Después, vino su balada “So Far Away” en la que se
acordaron de su compañero de viaje fallecido en 2009, James «The Rev» Sullivan,
precedida por un vídeo donde Synyster Gates, habla de su recorrido. Siguieron
con “Nightmare”, en la que un fan de la multitud se subió al escenario para
interpretarlo, siendo personalmente Matt Shadows quien le cedió personalmente
el micrófono. A continuación, tocaron “Eternal Rest”, y Matt recuperó su
puesto. Continuó con “M.I.A.”, y después como ya es tradición con sus temas “Bat
Country”, “Shepherd of Fire” y “Unholy Confessions”.
Domingo
23 de junio de 2018
El domingo fue el día más
intenso de los tres, por el número de bandas que vimos. Madrugamos para poder
asistir al concierto de The Raven Age.
A pesar de su juventud, supieron dar el callo y dar lo mejor de ellos mismos
dentro del escenario.
Seguidamente, tras un parón en
la sala de prensa, retornamos a la zona de conciertos donde nos esperaba Shinedown, que fue un concierto donde
los componentes demostraron gran carisma, transmitiendo gran energía y
entretenidos discursos con el público, que no paró de saltar en todo momento.
A continuación, vino In this moment, que como recordamos
cambio su concierto del día anterior. Esta banda llamó la atención, como ya son
conocidos, por sus voces guturales, sus singulares coreografías, y sua lúgubres
escenario y vestimentas.
Tras la comida, vino una tarde
prácticamente sin descansos, en la que descubrimos un espectáculo grandioso por
parte de todas las bandas que actuaron. Para empezar, tocaron Accept, una agrupación al más puro Hard
Rock, que saltó al escenario con una decoración en el escenario muy metálica,
que hacía recordar el peligro nuclear, pero lo que en realidad recordaron fue
su gran trayectoria en la brillantez de cómo hicieron su puesta en escena.
Arrancaron con su gran clásico “Dye By The Sword” y en su cita no faltaron sus
grandes temas como “Balls To The Wall” o “Metal Heart”. Una estridente energía
implacable los define, y un grupo que siempre se sabe que siempre cumplen.
Pasamos al Main Stage 2, donde
tocó Arch Enemy. Llamó la atención
el camaleónico color de pelo de Alissa, esta vez amarillo y azul. Pero no solo
eso. Su gran espectáculo dejó mucho que comentar. Alissa derrochó pasear de un
lado al otro del escenario su derroche de dinamismo con el público, y sus
canciones jugaron con grandes cambios de ritmo, que vibraron el estado de ánimo
alegre de los múltiples fans. Empezaron con “Set Flame To The Night”, y
acabaron con “Nemesis” y “Enter The Machine”.
A continuación, fuimos a ver a
Megadeth, el grupo fundado por el
antiguo guitarrista de Metallica Dave Mustaine. Arrancaron motores con “Hangar
18”, dieron la sorpresa al invitar al guitarrista de Arch Enemy, Michael Amott,
para interpretar “Symphony Of Destruction” y recordaron también a Vinnie Paul
con "My Last Words”.
Tras este tiempo, volvimos a escenarios a ver a Iron Maiden. Una banda que no defraudó en absoluto, repartiendo como bien saben buen humor y un gran espectáculo. Como siempre Bruce Dickinson dio muestras de que por él no pasan los años. Este año eligieron como ambientación, para ir tomando altura (de lo que estaba por venir) y nunca mejor dicho, un viaje en avión. Para ello, tocaron “Aces High”, “Where Eagles Dare”, “2 Minutes to Midnight, The Clansman”, y “The Trooper”, con Eddie acompañando a la banda, y la bandera de Reino Unido en mano, que supuso un cambio en la escenografía, cuando sacaron un catedral por dentro, que pronto hicieron “arder”, sacando a relucir antiguos clásicos: “Revelations”, “For the Greater Good of God”, “The Wicker Man”, “Sign of the Cross”, “Flight of Icarus”. Volviendo a clásicos, “Fear of the Dark”, “The Number Of The Beast”, y “Iron Maiden”. Fin del concierto. Una broma anunciada, desde el momento en que agradecieron al público, tiraron baquetas y púas y se marcharon sin mediar palabra, para a los cinco minutos de espera, saltar con “The Evil That Men Do”, “Hallowed Be Thy Name”, y acabar definitivamente con un alucinante “Run To The Hills”, que nos dejó un gran sabor de boca de concierto. Al final, tiraron de nuevo todo, y Bruce Dickinson bajó a Nicko McBrain los pantalones, soltando una risa pilla muy simpática. Concierto impecable, que dejó ver la complicidad que sigue habiendo en este grupo de amigos.
Tras este tiempo, volvimos a escenarios a ver a Iron Maiden. Una banda que no defraudó en absoluto, repartiendo como bien saben buen humor y un gran espectáculo. Como siempre Bruce Dickinson dio muestras de que por él no pasan los años. Este año eligieron como ambientación, para ir tomando altura (de lo que estaba por venir) y nunca mejor dicho, un viaje en avión. Para ello, tocaron “Aces High”, “Where Eagles Dare”, “2 Minutes to Midnight, The Clansman”, y “The Trooper”, con Eddie acompañando a la banda, y la bandera de Reino Unido en mano, que supuso un cambio en la escenografía, cuando sacaron un catedral por dentro, que pronto hicieron “arder”, sacando a relucir antiguos clásicos: “Revelations”, “For the Greater Good of God”, “The Wicker Man”, “Sign of the Cross”, “Flight of Icarus”. Volviendo a clásicos, “Fear of the Dark”, “The Number Of The Beast”, y “Iron Maiden”. Fin del concierto. Una broma anunciada, desde el momento en que agradecieron al público, tiraron baquetas y púas y se marcharon sin mediar palabra, para a los cinco minutos de espera, saltar con “The Evil That Men Do”, “Hallowed Be Thy Name”, y acabar definitivamente con un alucinante “Run To The Hills”, que nos dejó un gran sabor de boca de concierto. Al final, tiraron de nuevo todo, y Bruce Dickinson bajó a Nicko McBrain los pantalones, soltando una risa pilla muy simpática. Concierto impecable, que dejó ver la complicidad que sigue habiendo en este grupo de amigos.
Para acabar el festival, vimos
a Nightwish, una amalgama de
sentimientos muy profunda que es difícil de explicar y que es necesario ver.
Interpretaron temas tan clásicos como “I Wish I Had A Angel” o “Nemo”. Una gran
banda donde las haya, que les tocó el gran reto de terminar este festival.
Tras esto, comenzó el desalojo
del festival, una gran cola de gente salía generando grandes aglomeraciones de
gente que desprendía a su vez un buen gusto por lo que habían experimentado
durante el festival. Algunos corrieron para recoger sus mochilas y cogieron sus
respectivos autobuses o coches, y otros aprovechamos que el festival nos
prestaba la zona de acampada durante esa noche, para al día siguiente
finiquitar todo y partir definitivamente. También había una gran hilera de
gente y de coches que dejaba poco a poco el festival, generando un atasco a la
salida de Clisson.
Texto: Javier Ramos Alonso
Fotos: Hellfest
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