26 de junio de 2019

Crónica del Hellfest 2019, Clisson (Francia), 21, 22 y 23 de junio



El primer día de Hellfest no podía decepcionar y desde luego, no lo hizo. Para los más madrugadores, el día se ponía exigente con The Rumjacks. El grupo de las antípodas, no puede ser más de por aquí. Son una banda de mucho nivel y la gente lo esperaba con ansia, abarrotando el escenario Warzone, provocando que a eso de las 12 del medio día no cupiese un alfiler. La comunión fue total. Banda y seguidores se dejaron todo con temas como ‘’Uncle Tommy’’ o ‘’ An Irish Pub Song’’. Creo que fue notable la demanda de grupos de este palo por parte del público y ojalá en los años venideros se vayan incluyendo más.

Tras el subidón de The Rumjacks, mejor damos un paseíto y recuperamos el aliento. Se sucedieron los psicodélicos Radio Moscow, Gloryhammer… Cabe, por supuesto destacar, que la noticia del día estalló como una bomba a primera hora de la mañana: Se cancelaba el concierto de Manowar, el mayor aliciente de la jornada, por motivos aún por descubrir.

La tarde pasó sin mayores alteraciones hasta, cuando aproximadamente a las 21 horas, saltaban a la palestra Dropkick Murphys. Esperadísimo acontecimiento y más, después del atracón de irish rock mañanero. Los pogos se sucedían entre pitos y flautas… o gaitas, mejor dicho. La banda protagonizó una velada larga en la que no faltaron clásicos como ‘’Rose Tattoo’’, ‘’Charlie I Hardly Knew Ya’’ o, como no, ‘’Shipping Up To Boston’’. Noche también de encuentros inesperados y si no que se lo digan a nuestros improvisados amigos pamplonicas con los que pasamos el resto de la noche. ¡Un saludo para ellos, gora Pamplona!

Para terminar el día, y tras escuchar de fondo el concierto de Mass Histeria. Terminamos el día como lo empezamos. Botando a muerte con Sum 41. Son una banda mítica y tras toda la jornada de pogo en pogo no nos era posible terminar de mejor manera. ‘’We Will Rock You’’, ‘’Fat LIp’’ o ‘’In To Deep’’ pusieron el broche a una primera jornada que dejaría impronta en el desarrollo futuro del festival.


Segundo día y sin voz, “me cago en la puta, tengo ensayo el lunes coño”, se me escucha farfullar. Aun así, el festi no pisa el freno. Comenzamos viendo a FM en la zona de prensa, bien prontito, ya conocemos el dicho. FM me parece una pedazo de banda y más después de verles en directo en Madrid hace un tiempo, pero no son ni las horas ni parece que el setlist más adecuados. Por el contrario, Richie Kotzen sí parece una apuesta exitosa. Esa mezcla de estilos, esas raíces negras, esa voz, esa guitarra impecable… gran show.

Lo que no sospechábamos es que nos acechaba una bestia, que debía andar enjaulada, pero una vez desmaniatada descargó con toda su potencia sobre los asistentes. Fever 333 fue, sin duda una de las revelaciones de este Hellfest. Con una propuesta súper enérgica, no pararon de hacernos bailar como locos a cuantos allí nos reuníamos. Un grupo que promete mucho y que hay que tomar desde ya, muy en serio. Me acabo de dar cuenta de que me perdí a los Eagles Of Death Metal… pero claro, con tanto grupazo por delante siempre terminas sacrificando algún grupo, aunque no sea realmente voluntario. Y es que, lo que nos esperaba no era cosa menor, que diría algún que otro Registrador de la Propiedad.

Viajamos en el tiempo a finales de los 80, en un regreso al pasado, que comenzaba muy fuerte con Whitesnake. Muy buen sonido, y un espectáculo que hacía las delicias de los más veteranos y los menos. Cantando al unísono los hits de la banda como, ‘’Is This Love’’, ‘’Here I Go Again’’ o ‘’Still Of The Night’’. Gran bolo, en homenaje a una época dorada, no solo del rock sino de la música en general. Continuaríamos la travesía ochentera con Def Leppard, siguiendo la misma tónica, haciéndonos sentir en esa época dorada. El bolo, un poco menos consistente que el de sus predecesores dejó destellos dignos de mención como ‘’Pour Some Sugar On me’’ o ‘’Photographer’’.


Tocaba el turno de los texanos ZZ Top. Uno de los grupos que más expectación levantaba si cabe y no decepcionaron. Con un sonido impecable deleitaron a los asistentes con sus ya míticas ‘’La Grange’’, ‘’Tush’’, etc. Los sureños son ya unas leyendas y lo supieron demostrar perfectamente, una vez más. Para rematar la faena unos enérgicos Kiss se dejaron la vida en el ruedo con un show de aproximadamente 2 horas en las que no faltó ni uno de sus míticos temas. Entre juegos de tirolinas, elevadores y fuegos artificiales fueron desgranando su discografía. Y disparando clásicos que no podían faltar como ‘’War machine’’, ‘’Black Diamond’’, ‘’Love Gun’’ o ‘’I was made for loving you’’. Un bolo espectacular con todo tipo de alicientes visuales que, pese a la edad de los protagonistas, sigue siendo una experiencia digna de ver. Sobrepasamos el ecuador del festival con muy buen sabor de boca y muy poca voz restante en nuestras gargantas. Como debe ser.


Y de esta guisa nos abalanzamos sobre el último día. Primero, quedando bastante gratamente sorprendidos por los americanos Tesla. No se esperaba gran cosa sobre ellos, pero los potentísimos agudos de su frontman Jeff Keith, dejaron muy buenas sensaciones con temas como ‘’Love Song’’ o ‘’Comin Atcha Live’’. Seguían mis muy esperados Blackberry Smoke, una de las sorpresas pre festivaleras, que llevaba quemando desde noviembre y el resultado nos dejó una sensación un tanto fría, es verdad que el formato reducido tampoco ayuda, pero se echaron de menos algunos clásicos fundamentales como por ejemplo ‘’One Horse Town’’. Aun así, se agradecieron ‘Waiting For The Thunder’ o su versión de ‘Come together’. Realmente esperaba más de ellos y el resultado fue un tanto decepcionante.

Clutch, Stone Temple Pilots y Slash, cumplieron holgadamente. Sin demasiado artificio, estuvieron muy correctos en el día más caluroso el festival, lo que hacía que tras 4 días de desmadre, las fuerzas diesen ya para muy poquito. Pero no por ello dejamos de disfrutar de los protagonistas, eso sí, desde la zona de prensa, donde la sombra daba cobijo a no pocos exhaustos profesionales. 

Por el contrario, sí que fue obligación absoluta marchar al Mainstage a ver a los americanos Lynyrd Skynyrd. En esta última ocasión para verlos en directo, uno no puede ver los toros desde la barrera y si hay que arriesgarse a morir en el intento, pues se va, con la cabeza alta. El show mereció la pena con creces. Una propuesta muy coral y perfectamente orquestada. Los momentos álgidos llegaron con ‘’Simple Man’’, donde me parece que terminé de destrozar mi voz de manera definitiva, por supuesto, con ‘Sweet Home Alabama’ y por ultimo con ‘’Free Bird’’ donde, a modo de homenaje se proyectaron imágenes del ya ex líder de la banda Ronnie Van Zant. Un show vibrante y sentido broche de oro de una banda que hace ya tiempo tiene escrito su nombre en los anales de la historia de la música. 


Por último, Slayer, despidiéndose también en esta gira y Tool pusieron el punto y final a una cita, que volvió a cumplir con creces todo lo que se puede esperar de una fecha tan señalada. La calidad de este festival está ya fuera de toda duda, la organización, impecable, el cartel de nivelón. Quizá si este año se pudo sentir que 4 días pueden ser demasiados, ya que, tras tres días de celebración, el último, junto con el calor convertían en tarea hercúlea acudir a los escenarios con algo de energía. 

Volveremos el año que viene o no, lo que sabemos seguro es que en Francia todavía resiste en una aldea un festival de espíritu indomable y eso, queridos lectores, tiene pinta de que va a permanecer así por mucho, mucho tiempo.




Texto: Mario Velasco
Fotos: Hellfest

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